A Norman Bates le llaman loco por su afición a la taxidermia. Por intentar conservar la belleza de sus recuerdos. Todo tiene sus fallos. A veces aparece una madre voladora en el sótano con un cuchillo y el brote psicótico es preocupante. Hay quien ejerce para sí esa taxidermia en vida y acaba convertida en Nicole Kidman, dando más miedo que el propio Bates con su peluca y sus mil voces en la cabeza. Después tenemos el formol de mujeres como Helena Christensen, Cindy Crawford o Christy Turlington. Bendito formol.

Cada año que pasa por Helena Christensen yo pienso que es más joven. La modelo danesa ahora mismo tiene 44 años. A sus 23 años estaba haciendo la croqueta junto a Chris Isaak en la playa. 1991, el videoclip perfecto. Blanco y negro, agua, olas, el mojabraguismo hecho canción y ante nosotros una fantasía erótica que más de dos décadas después no conoce lo que es el tiempo. Tú estás calvo y ella te sigue mirando desde sus sesiones de fotografía, desnuda, con la chulería de quien se sabe superior. Chris Isaak está arrugado pero conserva el tupé. Cabrón.

La nostalgia nos sacude guantazos en cada esquina. Es una nostalgia envenenada. La típica cena de viejos alumnos en la que distinguir rápido a quienes van para presumir de su exitosa vida vendiendo alfombras después de ser el líder de la clase durante sus años de infancia. Nostalgia que recuerda cómo los mitos más deseados de los 90 aún siguen siendo eso mismo: mitos. Cindy Crawford ayudó a propagar la semilla de los vídeos domésticos de gimnasia y todas buscando tener el cuerpo de la estadounidense con la peca más sexy. Podrían hacer una cena de las clientas de estos vídeos. Esa sería la verdadera nostalgia.

La crisis de los 30, la crisis de los 40… todo eso no existe para unas pocas personas. Que alguien le hable de crisis a Christy Turlington. Ya sea económica o física. El revival noventero de la moda se come a las jóvenes promesas actuales volviendo una y otra vez a los rostros de la generación de las verdaderas top models de los 90. A sus 44 años sigue protagonizando campañas en lencería para Calvin Klein (campañas en las que vimos a Lara Stone o Eva Mendes).

Norman Bates estaría orgulloso de esta taxidermia tan natural.

Fotos | Future Claw
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