Diez cosas que nos ha enseñado Julio Iglesias
Este pasado verano, que ya tan lejos queda en el horizonte, sucedió una cosa realmente sorprendente e inesperada: como por generación espontánea un meme compuesto por fotos de Julio Iglesias y frases badass (normalmente) de alto contenido sexual arrasó por el Internet patrio. Era imposible abrir Whatsapp o Facebook durante esos meses de canícula sin encontrarte a Julito. Llegó, vio, venció y desapareció, como cualquier otro fenómeno de estos tiempos dospuntocero que corremos, pero sirvió para una cosa (aparte de para partirnos el pecho de la risa con la imaginación de la gente): para darnos cuenta de que ese señor hortera, excesivamente moreno y ya setentón es, aunque muchos no lo quieran ver, uno de los grandes de España, alguien que nos ha enseñado mucho a todo el género masculino nacional.
De entre todas las enseñanzas que Julio Iglesias (Julito a partir de ahora) nos ha proporcionado, nos hemos quedado con las diez más ineludibles, las que debes conocer y aplicar en tu vida cotidiana para dejar de ser un pringao y llegar al estatus de puto amo. Vamos con ellas:
1. Se liga más como cantante melódico que como portero suplente
Agustín, Ochotorena, Bizarri. A no ser que seas un futbolero empedernido estos nombres no te dirán nada. Fueron porteros suplentes del Real Madrid… y un portero suplente no liga, o como mucho lo hace con la amiga fea. Además, cuando se cansan de calentar banquillo y se retiran, terminan poniendo tiendas de deporte, engordando y bajando a por el pan en chándal. El horreur.
Hasta que un accidente de tráfico le retiró del fútbol, nuestro amigo Julito jugaba de portero en las categorías inferiores del Real Madrid. Durante su periodo de recuperación, los amigos le regalaron una guitarra a Julito, que le cogió el gusto a eso de la música pronto e inició una larga carrera de ligoteo y fornicio… y bueno, de éxitos musicales, claro.
2. Es mejor no ganar Eurovisión
Si quitas a ABBA o a Celine Dion, ganar Eurovisión tampoco es un seguro para labrarse una carrera exitosa dentro del mundo de la música. En el año 1969 Salomé ganó el festival (la última vez que España lo ha logrado). Al año siguiente Julito, que venía de petarlo en los festivales de Benidorm, Viña del Mar y San Remo, sólo pudo ser cuarto. Ahora comparad las carreras de una y otro. Nada más que añadir, su señoría.
3. Tienes que conseguir un gesto característico
Artistas, cantantes, los hay a patadas. Necesitas diferenciarte de los demás. Puedes trabajarte un vozarrón de cine pero es necesario buena genética y años de práctica y entrenamiento. Muy cansado, mejor practicar un par de tardes en el espejo y conseguir un gesto propio, definitorio y fácilmente identificable. Por ejemplo, mano derecha sobre el estómago moviéndose rítmicamente mientras gritas “Hey!” (no vayas presumiendo por ahí) a la platea loca de pasión. Julito qué grande eres, ¡copón!
4. Si puedes casarte con un pibón exótico, cásate
Hoy día Isabel Preysler es solamente una señora estirada que anunciaba bombones cuando tiene pinta de no haber probado un bombón en su vida. Sin embargo en 1971 era un exótico pibonazo de veinte añitos. Y además descendiente de Carlos V y con familia de (muchos) posibles. Julito ni se lo pensó: dijo adiós a las noches locas con las groupies y se casó con ella a los pocos meses de conocerla. Tú tampoco deberías pensártelo, ya habrá tiempo de volver a las noches de jarana… pero no adelantemos acontecimientos.
5. Si puedes mudarte a Miami, múdate
España y tu matrimonio se te van a terminar quedando pequeños. Hay que expandirse y ningún sitio mejor que Miami. Dile adiós a Marbella y a los churumbeles y parte rumbo a la soleada Florida. Mojitos en Little Havana, excursiones en hovercraft por los Everglades, fiestas en casa de los Estefan, un barquito amarrado en los Cayos, palco VIP para ver a los Heat, juergas hasta el alba con Pitbull y una docena de playmates. What else…?
6. No eres de donde naces, sino de donde te da la gana
Julito es madrileño pero le canta a Galicia (su familia paterna es gallega), promociona la Comunidad Valenciana (previo pago de abultados honorarios) y vive entre Miami y Marbella. Que le den a las fronteras y a las banderas, que tu patria sean tu equipo de fútbol y tu combinado con alcohol. Haz como Julito, el nunca te fallaría.
7. Enseña a tus hijos todo lo que sabes
Tu obligación con tus hijos no es sólo darles de comer cada tres horas cuando son bebés y darles la paga los viernes cuando se hacen mayores. No, tienes que enseñarles toda tu sabiduría, todos tus trucos. Mirad Enrique Iglesias (Enrriquito a partir de ahora): no canta una mierda pero vende millones de discos en todo el mundo, está en las carpetas de todas las chicas y se encama cada noche con Anna Kournikova. Eso es enseñar bien a un hijo. Julio José tiene que ser adoptado o algo.
8. Cuando la crisis de los 50 veas llegar, búscate una rubia de 20
Todos nos hacemos mayores pero un latin lover no puede permitírselo. Comprate un Lamborghini y búscate una modelo rubia de 20 añitos. Pero no sólo eso, tienes que pisarle al acelerador al bólido y tienes que hacerle unos cuantos hijos a la modelo. No sabemos si a Julito le han puesto muchas multas pero sí que sabemos que le ha hecho cinco bombos a Miranda Rijnsburger. Teniendo en cuenta que su padre (el mítico Papuchi) le dio un hermano cuando Julio tenía ya sesenta años, que se preparen Miranda (y Enrriquito, Chaveli y JJ). Y vosotros id comprando acciones de Viagra y tal.
9. Haz amigos influyentes
A ti, en tus cumpleaños te felicitan por Facebook tu tía la del pueblo, los de los partidos de futbito de los miércoles y la ex que te dejó por el del BMW con problemas de erección. A Julito le felicitan presidentes del Gobierno, top models, estrellas de Hollywood y, por lo menos, cuatro o cinco miembros de la lista Forbes de los más ricos. Esto no se consigue por casualidad sino currándoselo, moviéndose, yendo a sitios, invitando a copas, regalando sonrisas. ¿Hipocresía? Julito y yo lo llamamos pragmatismo: a amigos con más pasta, mejores regalos de cumpleaños recibes. Eso es así.
10. Y, sobre todo, que te resbale todo
Es el gran secreto para llegar a los setenta años y seguir siendo el puto amo: pasar de todo y todos. Tu dedicate a lo tuyo, a comer, a beber, a fornicar todo lo que puedas y más. Al bon vivant. Y a los demás, a los que se rien y parodian, que les den. La envidia que es muy mala.
Gracias Julito por toda esta sabiduría, de verdad.
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