A lo largo de la historia del cine, hemos podido ver en muchas películas la relación e influencia que tienen las motos en la vida de los personajes reflejados en ellas. Aunque lo primero que he de confesar es que no me considero ningún experto en cine, más bien todo lo contrario, pero creo que estas tres películas que vamos a recordar hoy son imprescindibles para entender ese sentimiento motero.

En concreto vamos a hablar de tres películas clásicas. La primera es ¡Salvaje! (The wild one 1953) una película de moteros protagonizada por Marlon Brando en la que una banda de moteros conduciendo Harley Davidson y Triumph aterroriza un pequeño pueblo del medio oeste norteamericano. La segunda es Easy Rider (id. 1969) una road movie protagonizada por Peter Fonda, Dennis Hoper (que también la dirige) y Jack Nicholson en la que las Harley Davidson conducidas por los personajes principales también tienen su parte de protagonismo. Por último hablaremos de Quadrophenia (id. 1979), película en la que se cuentan las aventuras y desventuras de un joven mod en la Inglaterra de los años sesenta. En ella los Scooter juegan un rol muy importante en la trama.

¡Salvaje! (The wild one) la rebeldía a lomos de una moto

La película, en resumen, nos cuenta que una banda de moteros llega a un pueblo del medio oeste norteamericano. Durante su estancia en el pueblo, el líder de la banda de moteros conoce a una chica (hija del sheriff del pueblo) y se enamoran. Pero él no quiere dejar la forma de vida que lleva hasta ese momento. Además Jhonny Strabler (el personaje de Brando) se enfrenta al líder de otra banda rival mientras los propios habitantes del pueblo deciden tomarse la justicia por su mano para echar a las bandas de moteros del pueblo.

Con esta película se presenta una nueva manera de ver la sociedad. Ya que tras la Segunda Guerra Mundial son muchos los veteranos que regresan a su país y no encuentran un lugar en la sociedad que abandonaron unos años atrás. Así nacen las bandas de moteros, bandas que luchan contra esa sociedad que no los acoge, pero que también luchan contra la familia tradicional y el matrimonio. Como muestra en un momento le preguntan a Jhonny contra qué se rebela y él responde: ¿Qué propones? La sociedad que proponen estas bandas tiene más que ver con una tribu que con sus chaquetas de cuero y sus motos recorren las carreteras buscando sus propios placeres, las peleas, la música, el baile y la velocidad.

Otro momento álgido de la película es la escena en la que Jhonny y Kathy pasean a la luz de la luna por el campo. En esa escena Kathy sufre la metamorfosis de la seducción por la velocidad y el movimiento de la moto. Pero el amor de Kathy no es el personaje de Brando si no la Triumph Thunderbird 650 que conduce. Este modelo evolucionó a partir de las Triumph Speed Twin 500, el primer motor bicilíndrico diseñado en Inglaterra a principios del siglo XX. La Triumph Thunderbird mantenía la arquitectura del motor, aunque elevó su cilindrada hasta los 648 cc para obtener 34 CV a 6.300 rpm. Cuentan las malas lenguas que en Triumph no vieron nada bien que se asociara su moto con las bandas de moteros, pero sin duda les vino bastante bien la publicidad implícita para vender muchas unidades en el mercado norteamericano.

Easy Rider, la moto se transforma en el caballo del lejano oeste

En Easy Rider Wyatt (Peter Fonda) y Billy (Dennis Hoper) se van de viaje cruzando Estados Unidos con el objetivo de asistir al carnaval Mardi Gras. Para ello compran un par de motos e inician un viaje en el que conocerán varias caras de la sociedad estadounidense. En este caso los personajes no pertenecen a una banda motera violenta, aunque su apariencia los cataloga como tales no queda claro que así sea. Incluso algunas escenas, como la de los moteros cambiando la rueda pinchada de una de las motos, se asocian con la imagen del pionero americano. O la del granjero que en vez de temerles les invita a comer mientras ellos alaban su manera de vivir de la tierra que cultiva.

Este argumento, tan sencillo en principio, parece una crítica a esa sociedad que ve en estos dos moteros melenudos una amenaza para sus valores conservadores. Pero hacia el final de la película los personajes acaban confesando que su aspiración es hacer mucho dinero y retirarse a Florida, el auténtico sueño americano. Lo que queda plasmado sin lugar a dudas es que la moto en esta película sustituye al caballo del lejano oeste. Y esa sustitución nos muestra la estrecha relación entre la moto y el sentimiento de libertad.

La moto que proporciona esa libertad es la Harley Davidson conducida por Wyatt, el capitán américa, una moto personalizada ex-profeso para la película y fabricada por el propio Peter Fonda y Dennis Hoper a partir de unas cuantas motos compradas en una subasta de la policía. De las tres motos del capitán américa que se fabricaron una fue destruida en el rodaje de la película. Las otras dos fueron robadas del almacén donde estaban días antes del estreno de la película, así que todas las que conocemos actualmente son réplicas de la original. Aunque resulta relativamente sencillo customizar una Harley Davidson con su motor bicilíndrico en uve de 1.200 cc y 61 CV a 6.000 rpm. Se modifica el chasis original dándole un angulo de casi 45º a la horquilla delantera, se instala un manillar Ape Hanger (cuelga monos) se croma buena parte de los componentes y se pinta el depósito con la bandera norteamericana y ya tenemos una moto mítica del cine universal.

Quadrophenia, lo importante no es la moto si no quién la monta

En el Londres de los años sesenta Jimmy pertenece a una banda de Mods, impecables jóvenes que se mueven en scooter italianos Vespa o Lambretta. Su mundo tras el anodino trabajo en una empresa de publicidad se centra en escuchar música, disputas callejeras con los rockers y conducir su Scooter Lambretta de una fiesta a otra. Un puente de tres días proporciona a ambos bandos la excusa para librar una violenta batalla en la ciudad costera de Brighton (también un hecho real). Tras estos disturbios la vida de Jimmy entra en una espiral destructiva en la que lo tiran de casa de sus padres, pierde el trabajo, la novia lo deja por uno de sus mejores amigos, accidenta su Lambretta y descubre que su referente en el mundo Mod, el As de Oros (interpretado por un jovencisimo Sting) no es más que el botones de un hotel.

En venganza Jimmy roba la Vespa del As de Oros y acaba despeñándola en los acantilados de Dover, toda una alegoría del desengaño por el mundo Mod y por extrapolación cualquier tribu, por el progresivo desencanto con los amigos y el estilo de vida de la cultura juvenil de la época previa a Margaret Thatcher. La película en su momento no tuvo buena acogida por parte de la crítica, pero a día de hoy está considerada como un clásico de culto y está reconocida como un retrato bastante realista de la juventud británica de la década de 1960.

La Lambretta Li 150 tercera serie que conduce Jimmy en Quadrophenia era capaz de dar 6,6 CV a 5.300 rpm con su motor de 149 cc de dos tiempos. Incluía todos los aderezos típicos de la época, tales como una buena cantidad de espejos accesorios, defensas cromadas, respaldo de gran tamaño e incluso un faro supletorio para aportar algo de luz a las oscuras noches londinenses. La moto original al acabar la película fue restaurada y fue vendida. Tras pasar por unos cuantos propietarios volvió a ser restaurada en 2008 y acabó subastada al mejor postor por unos 50.000 euros.

Fotos wikimedia commons | Triumph Thunderbird; Harley Davidson Captain America; Lambretta Li 150; Marlon Brando en ¡Salvaje!
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