Experiencias míticas

Adam Sandler, maldita la gracia de la dignidad

Mostradme a alguien que me diga un género más maltratado, menospreciado y castigado que la comedia y os descubriré a un payaso. Porque eso no puede ser nada más que un chiste, una broma. Hacer reír es algo que nunca ha molado. Bueno, rectifico: hacer reír a las masas es algo muy poco cool, de vendido, de gente de poco gusto y criterio errático. Una cosa es reírle las gracias al realizador gafapástico y deconstructor de turno. Otra, muy diferente, es romperse el pecho en un multisalas de polígono, con el populacho. Y de eso sabe mucho Adam Sandler.

Vaya por delante una confesión: yo me río con Adam Sandler. Es más, hasta su último y sorpresivo castañazo en la taquilla USA –con ‘That’s My Boy, una comedia tonta con otro genio en hacerse pasar por ídem, Andy Samberg– todo Estados Unidos se reía con él. No importaba cuan tonta, manida, estúpida y boba era la comedia que estrenaba Sandler: ‘El aguador’, ‘Un papá genial’, ’50 primeras citas’, ‘Click’, ‘Ejecutivo agresivo’… No pasarán a la historia del cine pero todas entraron directas al número 1 de la taquilla USA. El público, el grande y anónimo que paga sus entradas, le encontraba gracioso. Y eso es algo que se tiene o no se tiene. Algo parecido a lo que le pasaba a Joe Pesci en ‘Uno de los nuestros’.

Pero… –y es que en toda historia tiene que haber un pero: así arrancamos el tercer acto, el conflicto, cuando la trama empieza a ponerse interesante–… había quien no le veía la p*t¿ gracia a Sandler. Bueno, muchos. Y los que menos, los críticos. Los que saben de esto. Los entendidos. Y, como en uno de los mejores episodios de ‘Doctor en Alaska’, ese en el que Chris por la mañana se enamora hasta el tuétano de la única mujer que no le haría un favor a la voz de ya, Adam Sandler quiso hacer reír a aquellos que no le encontraban gracioso.

¿Pueden los mejores, más trabajados, profundos y serios papeles de la carrera de un actor asesinar su carrera profesional? ¿Puede el empeño por mejorar, por ser original e innovador ser un paso atrás? Estaremos de acuerdo en que no, nunca, imposible. Pero este no es el caso de Adam Sandler: su búsqueda de la dignidad le ha hecho perder el favor del público. O, más concretamente, un personaje, el George Simmons de ‘Hazme reír’, la película más seria del último rey de la comedia USA, Judd Apatow.

Cuando la ficción supera la realidad: las películas ficticias de George Simmons...

... parecen proyectos reales de Adam Sandler.

Una nota a pie de post: por una vez, me encanta la traducción al castellano del título original de la película. Del ‘Funny People’ inglés saltamos a un doble sentido que da en el clavo, que retrata esta dualidad inherente en toda comedia. La traducción nos da una idea sobre la sutil línea que separa la genialidad del ridículo y, sobre todo, de lo rápido que podemos pasar de la súplica rendida –Hazme reír– al reproche y al insulto –hazmereír–. Porque hasta entonces a Sandler se le perdonaba todo. Desde las insultantes comedias románticas bobaliconas con Jennifer Aniston; las tonterías cacaculopedopis con sus colegas; o hasta sus intentos de convertirse en un actor serio, como ‘Spanglish’ –menos– y, sobre todo, ‘Embriagado de amor’, el, ahora sí desafortunado título con que se tradujo la comedia de Paul Thomas Anderson ‘Punch-Drunk Love’. Marciana. Fantástica. Basada en un caso real. Y sí: antes de trabajar con Daniel Day-Lewis o Joaquin Phoenix, Anderson le dio un papelón a Adam Sandler.

Antes decía que a Sandler se le perdonaba todo. Mentí: la taquilla no perdonó sus coqueteos con el drama. Menudos batacazos. Pero nada comparado con ‘Hazme reír’. Adam Sandler había nacido para interpretar a George Simmons. Más aún: él era Simmons. Miento de nuevo: no era él, era Garry Shandling, por mucho que ahora Judd Apatow diga que no, que no se basó en nadie al escribir la historia de un cómico cuarentón que, tras arrasar en los circuitos de stand-up y hacerse un nombre como un humorista irreverente, deslenguado y divertidísimo en la TV, salta al cine para convertirse en una estrella que va difuminando su mala leche y genialidad entre blockbuster familiar y comedia tonta. No hace falta ser Sherlock Holmes para ver que aquí hay gato encerrado:

Hasta que le diagnostican un cáncer y se replantea toda su vida. En la ficción, claro. Pero el que, tras ver la película, empezó a replantearse su devoción fue el público. Elemental, querido Watson. El paralelismo entre Simmons y Sandler era (es) evidente. ¿Crees que Adam Sandler piensa que todas sus películas son una mierda, que solo cuenta el mismo tipo de chistes una y otra vez para que ría la misma gente pero a él no le hacen ni p*tA gracia? El cazador cazado. Desde que ‘Hazme reír’ se pegara uno de los batacazos de la década en la taquilla (costó más de 75 millones de dólares y recaudó solo 50) parece que el respetable público de multisala de mall estadounidense no está tan dispuesto a reírse con Adam Sandler. Puede que crea que solo es otro cómico más, otro titiritero de Hollywood que quiere hacer creer que es otro Joe Six-Pack –no por los abdominales, ojo, por el pack de seis latas de cerveza– pero que no hace más que reírse a su costa desde el jacuzzi de su mansión. Yo, sinceramente, creo que no. Creo que George Simmons es el papel de la vida de Adam Sandler: escrito a propósito por uno de sus colegas de juventud –él y Apatow compartieron habitación en la universidad– y por el que renunció, por ejemplo, a encarnar un rol que también habían escrito para él en otra película aún más seria si cabe, una cinta que podría haberle dado toda esa dignidad que parecía perseguir: para rodar ‘Hazme reír’ Sandler rechazó uno de los papeles más queridos por Quentin Tarantino de ‘Malditos bastardos, el sargento Donny ‘El oso judío’ Donowitz. Y, además, por una sencilla razón: porque los chistes en los que solo ríe aquél que lo explica no tienen gracia, por muy dignos y honorables que sean.

En 1001 Experiencias | Bourne, Jason Bourne: El espía renacido
En 1001 Experiencias | Roy Batty: el replicante que se atrevió a sentir

Comentarios

  1. Comentario by Hombres que no pudieron superar a Chuck Norris - julio 06, 2012 11:45 am

    [...] risa está sobrevalorada. Por más que mi compañero Daniel J. Lahn defienda a Adam Sandler al final éste tendrá un momento de debilidad y Chuck Norris logrará superarle. Chuck Norris no [...]

    Responder  
  2. Comentario by Ernest Borgnine: Hollywood pierde otro de sus clásicos - julio 10, 2012 09:32 am

    [...] 1001 Experiencias | Adam Sandler, maldita la gracia de la dignidad En 1001 Experiencias | Roy Batty: el replicante que se atrevió a [...]

    Responder  
  3. Comentario by Tom Hardy, de profesión tipo duro - julio 19, 2012 10:07 am

    [...] 1001 Experiencias | Adam Sandler, maldita la gracia de la dignidad En 1001 Experiencias | Ernest Borgnine: Hollywood pierde otro de sus [...]

    Responder