El UK Garage o UKG, que gozó de una enorme popularidad a finales de los años 90, parecía haber muerto definitivamente de éxito tras su popularización en el circuito comercial y el salto a Estados Unidos a principios de la pasada década. Sin embargo, reinvenciones diversas como el Future Garage, y la salida al mercado de productos como el documental Rewind 4Ever: The History of UK Garage, han ayudado a traerlo de vuelta. Nunca será lo que fue, porque ni los músicos ni el público son ya lo mismo, pero sirve como justicia poética para una muerte que fue anunciada pero demasiado abrupta. Repasemos algunos de los mejores temas que nos deja el género.

1. Mood II Swing – Closer: es sólo 1994, pero en este tema ya están muchos de los elementos clave del UKG: ritmos con alto grado de sincopación, preponderancia del bajo en grooves pegadizos, y la reutilización de vocales clásicas del soul; no en vano, el primer garage no es más que canciones de deep house reproducidas a más velocidad de la aconsejada.

2. Todd Edwards – Saved my life (Grant Nelson Mix): dos de los grandes nombres del house y el garage, juntos en el mismo tema. Corre el año 1995 y el UKG empieza a buscar su propio sonido. Los cut-up de vocales de Todd Edwards son aún hoy una señal inconfundible del género, y también su propio sello inconfundible. Por su parte, Grant Nelson hace lo que mejor sabe: ponerle unos pianos increíbles a cualquier cosa.

3. Groove Chronicles – Stone cold: después de algunos años de idas y venidas, y gracias al trabajo de DJs, productores como Booker T y sellos como Ice Cream Records, el UKG londinense empieza a encontrar su propio sitio y sonido. Un buen ejemplo de ellos es el auge del speed garage en esta época, pasado de revoluciones, saltimbanqui y con los bajos a tope.

4. Zed Bias – Neighbourhood: 1999 es el año de ruptura del UKG. Hasta entonces, la mayoría de beats —como hemos podido comprobar en los temas anteriores— dependían del ritmo 4×4. Sin embargo, artistas como Zed Biasd introducen los ritmos rotos, lo llaman 2step, y el género se parte. Éste es uno de sus himnos fundamentales, donde pueden oírse, desatadas, las influencias más inglesas en el movimiento: jungle, rave, dub. Selektah!

5. Craig David – Rewind: puede que el himno definitivo del género, y también la señal de que la cosa estaba empezando a ponerse fea. Ocurre a menudo en los estilos que, desde los ochenta, nacieron pegados al sampler pero se movieron hacia el sintetizador. La omnipresencia de los MCs y la sustitución de las vocales clásicas de soul por nuevos vocalistas es la llamada de oro a las discográficas para que lo arruinen todo. Con este disco, el Born to do it de Craig David, empezó la movida.

6. The Streets – Has it come to this: año 2002. La So Solid Crew ha ido aniquilando lentamente el género a través de grandes éxitos discográficos, y el UKG se empieza a adaptar, a huir de sí mismo, en lo que acabará siendo primero el Grime y luego el Dubstep. En medio, discos como el Original Pirate Material de Mike Skinner, donde el 2step y el rap se unen antes de endurecerse. Un disco tremendo, por otra parte; una pena que Skinner luego se diera a la cocaína y no volviera a hacer nunca algo decente.

7. El-Tuff – 2-3 Bass: el comienzo de la década de los 2000 supuso un intento por reavivar el feeling de los primeros temas del UKG, basados en el 4×4 y los cortes vocales —aunque con la velocidad a tope—. Este tema, fruto de la colaboración entre Karl Brown y El-B, otro de los grandes nombres del género, es un buen ejemplo de ello.

8. Benga – 26 basslines: 2003. Y nació el Dubstep, que originalmente era esto.

9. Mosca – Bax: Nos venimos a hoy (o casi). Mosca fue uno de los productores que, allá por 2007, intentaron volver a acercar el sonido UKG a los clubes con mujeres (¡!), que habían prácticamente desaparecido de la escena desde los primeros giros al grime. A este intento lo llamaron UK Funky y salió sólo medianamente bien. Por suerte, los productores han sobrevivido para dejarnos temas como éste.

10. Sorrow feat. CoMa & Shura – Your lips, your soul: y acabamos con un ejemplo, uno cualquiera, de Future Garage. Un género al que habría que dedicarle su propio artículo —como mínimo—, así que no es cuestión de intentar imposibles. Disfruten de la música.

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