Por qué ‘Expediente X’ sigue siendo lo más
Para qué andarse con títulos rimbombantes, estamos de aniversario. En otro 10 de septiembre, el de 1993, se estrenó una de las series de ciencia ficción más influyentes de la televisión; ha sido influyente incluso de títulos influyentes posteriores. Influyente, ¿queda claro? Han pasado 20 años desde que arrancase pero ‘Expediente X’ permanece fresca como el primer día, peinados aparte.
Y es que ha marcado estilo en cuanto a los elementos de su formato se refiere: esa mezcla de -por entonces innovadora- gran mitología con el esquema de monstruo de la semana, una pareja protagonista que desafiaba los estándares televisivos del momento; una donde la química del contraste de personalidades era un factor básico en el enganche del espectador. No era simplemente una cuestión de tensión sexual no resuelta sino que se creó una dinámica entre ambos que definía el tono con el que ‘Expediente X’ se enfrentaba a esos peculiares y grotescos casos.
Un elemento indispensable de esa química eran las visiones opuestas con las que Mulder y Scully se enfrentaban a su trabajo y su vida. Ciencia y creencia eran siempre la base de toda reflexión de una serie que, lejos de limitarse a la habitual representación maniquea del bien y el mal, se recreaba en los grises de cada villano, cada víctima y cada protagonista. Era habitual encontrarse con ese freak de apariencia horripilante pero tratado con ternura, o ese villano a quien las injusticias del mundo le habián dibujado así. El elemento procedimental de los episodios acaba resultando una mera excusa para poder explorar todos los aspectos filosóficos, religiosos y existenciales que el caso en cuestión ofrecía, y que esos guiones no despreciase las exigencias del espectador más allá del mero entretenimiento fue una de las claves de su éxito. Y no sólo de éste sino también de su inmortalidad;
Mucho se habla de edades de oro de las series americanas y del auge de la ciencia ficción, pero a ‘Expediente X’ nadie la ha bajado aún del podio.
Bebía mucho de otros títulos de su género o figuras influyentes de los 90, como las rarezas de ‘Twin Peaks’ o el reflejo de la Clarice Starling de Jodie Foster en Dana Scully, una inspiración que Chris Carter, el creador, nunca ha dejado de recalcar. Nunca faltaban los homenajes al terror más clásico, reimaginaciones de referentes como ‘El Prisionero’, ‘The Twilight Zone’ e incluso títulos alejados del género como ‘JFK’.
Es difícil condensar todas las virtudes de una serie con tantos elementos destacables en tan pocos párrafos, pero espero basten para rendir un pequeño tributo a una de mis primeras obsesiones televisivas y para empujaros a descubrir o re-descubrir una serie que nunca perderá vigencia y os regalará detalles nuevos con cada visionado (incluidos esos guiños endogámicos que tanto disfrutamos los fans). También os permitirá ver las primeras incursiones de algunos guionistas de gran prestigio actual (Vince Gilligan, por ejemplo, ahora está muy en auge por ‘Breaking Bad’ y su desenlace) y os sorprenderá la cantidad de caras conocidas que hay entre sus invitados episódicos.
Pero si re-visionar o encarar una serie de 9 temporadas os resulta demasiado amenazante, mi compañera aquí y allá Marina Such yservidora hemos (dolorosa y dificultosamente) reducido sus más de 200 episodios a DIEZ que creemos representan todas esas grandes cualidades que aquí he querido señalar sobre ‘Expediente X’.
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