[...] tan bonito tu destino como el camino recorrido hasta él. La meta que me propuse al comienzo de mi peregrinaje arquitectónico no era otra que la casa Farsnworth, diseñada por Mies van der Rohe en 1951. Una de las viviendas [...]
]]>Qué buen viaje, Minue. Hay que disfrutar de las pasiones de uno, aunque para ello haya que irse a los rincones más lejanos.
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