La resaca madridista
El frío de los dos últimos días no auguraba nada bueno. Si el Madrid es ganar en primavera, como dejó escrito Manuel Jabois, con este tiempo uno ya no sabía si estaba en semifinales de la Champions o en la fase de grupos.
Durante los días previos tocaba hablar de épica y recordar remontadas históricas. Tocaba resucitar espíritus y miedos escénicos, inflamar el espíritu excitable del madridismo, confiados en que Mourinho se encargaría de la parte mundana. La ilusión fue creciendo a lo largo de la semana hasta el punto de que uno llegó a pensar que lo inverosímil era no remontar.
Épica hubo, mucha, sobre todo al principio y al final. Fútbol hubo bastante menos, sobre todo en la parte central del partido, en la que, diluido el efecto gaseosa inicial por mor de las ocasiones desperdiciadas, el Dortmund anduvo cómodo. Los goles de Benzema y Ramos, inmenso toda la noche el de Camas, encendieron a la grada en un final vibrante, pero no pudo ser. Como el amor a la Jurado, el espíritu de Juanito se nos rompió de tanto usarlo.
Después de una semana de ilusión y esperanza, la afición se queda ahora con la misma resaca de los habitantes de Villar del Río cuando vieron pasar de largo a la comitiva americana en Bienvenido, Míster Marshall. Tanto es así que alguno se quedó con las ganas de escuchar a Mourinho en rueda de prensa con la vehemencia del inolvidable Pepe Isbert: “Como entrenador de vuestro equipo que soy os debo una explicación, y esa explicación que os debo os la voy a pagar”.
Habrá que esperar a la siguiente primavera. Ojalá que el año que viene en mangas de camisa.
Foto | rtve.es
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