Gran Premio de Macau, la última cita de las road races
Cuando el sol empiezas a esconderse antes de las cinco y a los termómetros les empieza a costar más de la cuenta marcar más de 10 grados significa que la temporada del motor ha llegado a su fin. El invierno ha llegado y los pilotos profesionales tienen más miedo a esta época que el mismísimo Lord Eddard Stark. Pese a conocer ya a todos los campeones del mundo de los principales campeonatos hay una última prueba en el calendario que se celebrará este fin de semana. Hablamos del Gran Premio de Macao, una carrera por uno de los circuitos urbanos más rápidos y peligrosos del mundo celebrada en un escenario de lo más peculiar.
Macau es una de las dos regiones administrativas especiales de la República Popular China. Llama la atención porque, aparte del chino, la otra lengua de uso oficial es el portugués. Y es que nuestros vecinos estuvieron presentes en la ciudad de la costa china durante 442 años y no fue hasta 1999 cuando Pekín recuperó el control. Allí, entre temperaturas que oscilan en noviembre entre los 17 y 35 grados los apasionados del motor encuentran su particular refugio antes de hibernar.
Desde 1954 sus calles acogen principalmente las máquinas de Formula 3, del Campeonato Mundial de Turismos y Superbikes. Leyendas de las Formula 1 como Michael Schumacher, Ayrton Senna o David Coulthard han participado y ganado aquí alguna vez. Para los gladiadores de las dos ruedas Macao es la última cita del calendario de road races, un lugar en el que quitarse las penas tras una mala actuación en la Isla de Man o poner la guinda a una temporada de ensueño.
Carl Fogarty, Ron Haslam, Kevin Schwantz, Steve Hislop, Phillip McCallen y ultimamente Michael Rutter son sólo algunas de las figuras del Tourist Trophy, SBK o GP500 que se han paseado entre los muros del Guia Circuit. Michael, por cierto, es de momento el Rey de Macao con ocho victorias en el bolsillo. Este año Michael se ha clasificado en segunda posición, por detrás de Ian Hutchinson, el hombre que ganó cinco carreras del Tourist Trophy en la misma semana y que sufrió una feísima fractura de su pierna izquierda (no apto para sensibles) hasta en dos ocasiones.
Por desgracia el circuito es un desastre en cuanto a medidas de seguridad se refiere; las banderas rojas se suceden cuando los turismos rozan las barreras y la desgracia se asoma a la ciudad china cada vez que un piloto de motos entre pasado en una curva. Con los dedos cruzados y tocando madera miles de aficionados seguirán este fin de semana la actuación de unos cuantos yonkis de la adrenalina agraciados con el don de la velocidad.
Extra, on board
Fotos vía | Macau Grand Prix
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