¿Eso del bolsillo es un phablet o es que te alegras mucho de verme?
En esa cartera podría llevar la maleta del finde, el mp3 parece el loro del parque y el móvil un arma arrojadiza antirrobo. Qué tiempos aquellos, bendita nostalgia del bolsillo pequeño y cómodo. La industria de los bolsos, digo bandoleras, se ha tenido que forrar con el phablet, lo que viene a ser los nuevos teléfonos cuya frontera entre el móvil y una tabla de surf cada vez está menos marcada.
Hace unos años cualquier cosa en los bolsillos con un mínimo tamaño era reconocida como elemento no identificado y tenía muchas papeletas para ir al paredón. Las carteras tenían que ser lo más pequeñas y finas posibles mientras que los móviles ahora siguen aumentando. Un día tendrán su propio compartimento para las monedas de un céntimo. Ni pago por contacto ni chorradas, compartimentos para céntimos.
Hemos pasado de buscar los vaqueros con los pitllos más cómodos a la altura del área 51, espera que me agacho a ver si me roza la costura, a buscar en la sección de jipijoperos un vaquero con una saca por bolsillo. Somos la generación del bolsillo amplio.
Bolsillo amplio a la hora de gastar y a la hora de nuestras necesidades de aparcamiento. Somos más veloces en desechar un móvil de hace un año por “viejo” que Samsung en distribuir la última versión del Android adaptado a sus teléfonos, aún con fallos.
No queremos presumir de móvil en cuanto nos sentamos, solo dejar libertad al resto de miembros y miembras del condado.
El próximo gran avance de la tecnología no estará en los nuevos teléfonos, si serán blancos o con una ráfaga dorada, si tendrán cámaras laterales para fotos artísticas de cafés aguados en Instagram. El poder lo tiene el lobby de los vaqueros.
En 2014 veremos la primera conferencia de un CEO de la empresa de vaqueros de turno. Con sus zapas, su jersey de cuello vuelto negro y en la mano su bien más preciado: unos bolsillos capucha, para poder llevar el phablet, la cartera, las llaves y el minidisc (la nueva corriente vintage que surgirá en mayo). Bolsillos capucha, patrocinados por el lobby de las siete pulgadas.
Tu tamaño no importa, el suyo sí.
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