El Apocalipsis final en el cine
La imagen que encabeza este post es lo suficientemente significativa para indicar el tema del mismo. Según los mayas hoy —al menos en el momento de escribir este post— se termina el mundo tal y como lo conocemos. Espero que me dé tiempo a terminar el texto antes de que la perspicacia de dicho pueblo se convierta en realidad —he comprado por si acaso mis unicornios de la suerte, tengo cuatro tréboles de cuatro hojas, una pata de conejo y los diez mil puntos por guardar las puertas del mundo de Yupi, más el escudo protector de fuerza invisible heredado del reino de las hadas—. Como siempre ocurre en este tipo de posts, ni son todas las que están ni están todas las que son, pero he elegido cinco títulos de lo más representativo en temática sobre el fin del mundo, tema que casi siempre se ha tratado en un contexto de ciencia ficción.
Pase y disfruten, y si el fin del mundo está cercano no me preocupa en absoluto, sino que siga tan mal como ahora. Felices fiestas a todos estéis donde estéis.
‘El planeta de los simios’
Aunque su temática no se centra en alguna destrucción masiva que arrase el mundo moderno abocando al ser humano al caos, el plano final, cuya fuerza sigue incólume con el paso del tiempo, sugiere mucho más que muchas películas centradas en el fin del mundo. Las ruinas de un monumento que representó la libertad del hombre permanece derruida como alegoría a nuestros sueños rotos, al fin de la humanidad, que sucumbió ante nuestra osadía, mientras que uno de los pocos humanos que quedan llora de rabia ante ella. Además de final sorprendente, dicho plano funciona como mensaje de aviso. Nos estamos cargando el mundo, y salvo que un meteorito de última hora, haga su trabajo, el principal motivo de nuestra extinción seremos precisamente nosotros. Y nos lo habremos merecido.
‘The Day the Earth Caught Fire’
Un título relativamente poco conocido, y que sin embargo afronta el tema del fin del mundo de forma bastante contundente y creíble. Con un marcado tono documental, Val Guest —realizador británico que trabajó sobre todo para la mítica productora Hammer— habla sobre todo de las consecuencias que tan fatídico hecho tienen en el comportamiento del ser humano, egoísta y autodestructivo hasta la médula. Con un punto esperanzador en la historia de amor de los dos protagonistas, el film es atrevido en su conclusión final, de una ambigüedad aterradora, dejando la conclusión en manos del espectador. A pesar de que el film posee un trabajo de fotografía impresionante, es el claro ejemplo de que no se necesitan grandes presupuestos para hacer buen cine, y que este llegue a concienciar al público.
‘La niebla’
Basada en una novela de Stephen King —quien se considera auténtico fan del final del film, muy distinto al de la obra literaria—, para el que suscribe la mejor película del siempre interesante Frank Darabont. Su propuesta, que parte de una premisa heredada de los films de ciencia ficción de los años 50, hace hincapié en algo que a veces muchas películas parecen obviar, la estupidez humana. Nosotros somos nuestro peor enemigo, y en circunstancias de extrema presión seríamos capaces de terminar con el prójimo a la mínima. Atención al impagable diálogo que se escucha en un momento dado:
-Mete a dos personas en una habitación aisladas y enseguida encontrarán motivos para matarse el uno al otro
-¿De verdad crees eso?
-¿Por qué crees que se inventaron la política y la religión?
Y del mismo modo que yo haría exactamente lo mismo que Brad Pitt hace al final de ‘Seven’ (id, David Fincher, 1995), también haría lo que hace Thomas Jane en el inolvidable final de ‘La niebla’.
‘La guerra de los mundos’
Si el fin del mundo no se produce por desastres naturales, está claro que la invasión extraterrestre por aquello de exculparnos de la responsabilidad es también muy válida, y de lo más recurrido en el séptimo arte. Uno de los pocos remakes del mal llamado cine moderno que superan al original dirigido por el artesano Byron Haskin en 1953. Con un mayor presupuesto más el avance en el campo de los efectos visuales, teniendo en cuenta la sabia utilización que de ellos suele hacer Steven Spielberg, ‘La guerra de los mundos’ (‘The War of the Worlds’, 2005) adapta a Wells, respetando en todo momento el clásico de Haskin. Sin embargo Spielberg mete el dedo en la llaga y juega una baza parecida a la del film de Darabont. Atención al terrible instante entre Tom Cruise y Tim Robbins tras una puerta que se cierra. La brillante resolución que inventó Wells está llena de inteligencia.
‘El incidente’
Del muy incomprendido M. Night Shyamalan —para mí, uno de los mejores cineastas vivos que hay—, una propuesta que recuerda un poco al mítico film de Alfred Hitchcock ‘Los pájaros’ (‘The Birds’, 1963), por cuanto el terror proviene de algo cotidiano en nuestras vidas. El planeta se rebela contra la humanidad en un relato inquietante mucho más sugerente de lo que aparenta a primera vista. Tal vez las interpretaciones de la pareja protagonista no estén a la altura, una pareja que además no tiene química, pero Shyamalan se luce con su puesta en escena, sobre todo cuando debe filmar la amenaza invisible. La composición de algunos planos roza la maestría pues la sensación de peligro se extiende a todo el metraje. Que el fin del mundo pueda ser provocado por el ataque sin piedad del reino vegetal al ser humano es una idea de espeluznante crudeza.
En 1001 Experiencias | Laird Cregar, el gordo que murió querido ser delgado
En 1001 experiencias | Es toda una experiencia vivir con miedo
COMENTARIOS
0