Es normal que cuando EA y Disney anuncian un acuerdo por el que Electronic Arts se hace con los derechos en exclusiva para lanzar nuevos juegos basados en Star Wars se produzcan reacciones totalmente enfrentadas, incluso sabiendo que los estudios elegidos para desarrollarlos son tres titanes como Bioware, DICE y Visceral Games. Que EA esté detrás pesa mucho, sobre todo para los haters, y la cosa da para unas risas.

Los hay que defienden la jugada simplemente porque se trata de Star Wars, una marca que a estas alturas va más allá de toda comprensión humana y poco importa si el producto resultante es un shooter o un juego de baile. Porque hay juegos de baile basados en Star Wars, sí, que ya estoy viendo desde aquí algunos ojos a punto de saltar de sus cuencas. En el siguiente vídeo podréis ver a un tipo que no es un chavalín precisamente echándose unos bailecitos con Darth Vader y unos cuantos Stormtroopers en ‘Star Wars Kinect’:

Pero en la otra esquina del ring están los que más molan: los haters, esos individuos que echan espuma por la boca cuando hablan dejándolo todo hecho unos zorros. El efecto “chascarrillo Twitter” se apodera de muchos de ellos y solamente aciertan a dejar comentarios cortitos sobre la política de contenidos descargables que EA —y otras grandes compañías del sector, ojo— abraza con amor. Dan por hecho que estos nuevos juegos saldrán al mercado a medias, con la otra mitad disponible en forma de DLC de pago, y con sistemas de microtransacciones totalmente tiránicos. Y todo esto sin tener en cuenta que ni Bioware, ni DICE, ni Visceral Games nos la han colado a los jugadores de forma tan vil hasta ahora. A los haters y a los fanboys hay que quererlos.

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