Cinco skylines imprescindibles en Asia
A lo largo del continente asiático la construcción de rascacielos y otros edificios sigue siendo imparable. En las últimas décadas el cambio de la fisonomía de las ciudades en esta parte del mundo ha sido dramático; el perfil que forman las estructuras más elevadas en las capitales del continente se define casi a diario. Para muchos medios el mejor skyline del mundo es el de Hong Kong (foto superior); la Región Administrativa Especial de la República Popular China dispone de decenas de lugares desde los que disparar una mala foto es casi imposible. Pero más allá de la ex colonia británica Asia ofrece otras siluetas imprescindible con las que maravillarse a cualquier hora del día, aunque con toda sinceridad mejor acercarse de noche para disfrutar de todo el colorido que desprenden los neones y otras luces en esta parte del planeta.
Hong Kong
Con edificios tan emblemáticos como la torre del Banco de China, el edificio principal del HSBC (o torre HSBC) o el Hopewell Centre, Hong Kong construye un paraje urbano que se mueve entre la tradición y la vanguardia arquitectónica con una seguridad inusitada. La ciudad cuenta con un espectáculo -a Symphony of Lights- en el que más de 40 edificios ejecutan una sinfonía sincronizada de luces y lasers para crear un evento único en el que la música se mezcla con una gama infinita de colores. Con esta peculiar composición la capital financiera celebra “la energía, el espíritu y la diversidad” que caracterizan a la ex colonia británica. El paseo de las estrellas es el mejor punto desde el que apreciar toda la intensidad de esta peculiar sinfonía. Desde esta privilegiada localización de la capital se pueden tomar las mejores instantáneas a nivel del mar, pero para captar toda la intensidad de la ciudad en una fotografía hay que ascender hasta The Peak Tower, un centro comercial situado a más de 400 metros sobre el nivel del mar desde cuya sky terrace se observa la sobrecogedora modernidad de la que fuera parte del Imperio británico (foto superior).
Taipei
El que hasta 2010 fue el edificio más alto del planeta, el Taipei 101, es el punto de referencia del skyline de la capital taiwanesa. La perenne figura del rascacielos es el denominador común de la silueta construida por las edificaciones de la ciudad asiática. Los más de 400 metros del mastodonte arquitectónico situado en pleno centro financiero de Taipei son imposibles de alcanzar por sus más directos seguidores, la Shin Kong Life tower o el Far Eastern plaza. Para apreciar con detalle la luminosidad de la ciudad hay que subir hasta la montaña elefante; muchos turistas suben hasta lo más alto del Taipei 101 para fotografiar desde lo alto la capital de Taiwán, pero es mucho mejor realizar el paseo por las escaleras que llevan hasta la montaña Elefante para encontrar la mejor cara de Taipei. A lo largo de las montañas que rodean la ciudad es bastante fácil localizar otros puntos desde los que disparar buenas fotos.
Shanghai
La estampa que forman los edificios más altos de Pudong, el distrito más famoso de la megalópolis china, expone de manera espectacular el denominado milagro económico del gigante asiático. En poco más de 20 años la zona ha sufrido una transformación total. A la espera de la inauguración oficial de la Shanghai tower (no aparece en la foto superior) en 2014, los edificios con mayor presencia en el skyline de la ciudad son la torre Perla Oriental, el rascacielos Shanghai World Financial Center y la torre Jin Mao. Joe Nafis captó el cambio del skyline de la ciudad durante dos años. En el vídeo se puede ver la construcción de la Shanghai tower; con sus más de 630 metros -ya alcanzados- será oficialmente el edificio más alto en China y el segundo más alto del mundo. Uno de los mayores problemas a los que a veces se enfrentan algunos turistas que llegan hasta aquí para fotografiar la silueta formada por los edificios de la ciudad es la polución que azota a Shanghai, que en ocasiones llega al punto de imposibilitar la visión de los edificios al otro lado del río Huangpu.
Tokio
Hay decenas de lugares en los que admirar la inmensidad del paraje urbano de la capital japonesa, pero uno destaca con fuerza en el imaginario local, la torre Tokio. La que fuera la estructura más elevada en Japón hasta el 2010, año en el que fue superada por la Tokyo Skytree, ofrece unas vistas impresionantes de la ciudad. Cuando cae la noche los edificios tokiotas encienden las luces rojas parpadeantes de sus plantas más altas, creando una especie de marea lumínica tan enigmática como hipnotizadora; sin duda, una de las experiencias más increíbles que se pueden vivir en el continente asiático. La torre Tokio y la Tokyo Skytree dominan el skyline de la megalópolis nipona pero más allá de estas dos superestructuras la línea del horizonte de la ciudad también está definida por otros edificios como el del Gobierno Metropolitano de Tokio, el Docomo Yoyogi o el Sunshine 60.
Seúl
La N Seoul Tower domina la mejor posición para observar con detalle el skyline de la capital surcoreana. Si en Tokio la vista nocturna cautivaba al viajero por una marea roja de luces parpadeantes, en Seúl será el azul eléctrico el que provoque el deleite. Ese azul somete a los destellos amarillos y anaranjados de otras luces de la ciudad, creando una sensación tan fría como ensoñadora. Desde la posición privilegiada de dicha torre se pueden apreciar con facilidad los edificios que definen el skyline de la ciudad; edificios como el KLI 63, el Three International Finance Center o el edificio principal de la Federación de Industrias Coreanas.
Fotos | danigargon
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