¿Os acordáis de la mítica escena en la que Clarice recorre un pasillo repleto de reclusos psicopáticos muy, muy peligrosos en El silencio de los corderos? ¿Os imagináis visitando un lugar así? Dejad de imaginad: no sólo existe un lugar similar, sino que resulta mucho más ominoso. Bienvenidos al centro Paddock, posiblemente uno de los edificios más peligrosos de la Tierra.

Y es que el 20 % de los pacientes que se alojan en el centro Paddock en un momento dado son lo que podríamos llamar “psicópatas puros”, y están encerrados en dos salas especializadas asignadas específicamente a su tratamiento y supervisión continua. Son las llamadas salas DSPD: salas de trastornos de la personalidad peligrosos y graves.

Este 20 % es lo más peligroso del centro Paddock, pero el resto tampoco deja de ser llamativo: la mayoría son paranoicos, narcisistas y boderline. Uno de los periodistas que ha visitado tal lugar ha sido Kevin Dutton, que explica así su experiencia en su libro La sabiduría de los psicópatas:

Este lugar donde voy a entrar no es un centro para bebedores de capuchinos hipocondríacos. Es la guarida, el sanctasanctórum interno sin conciencia de los bebedores de Chianti malos y despreocupados, el dominio exclusivo de algunos de los poseedores de la neuroquímica más siniestra del negocio, donde los estados cerebrales, literalmente, pueden oscilar en el filo de una navaja. Aquí está el destripador de Yorkshire. Aquí está el estrangulador de Stockwell.

El centro Paddock es en realidad una unidad inaugurada el 12 de diciembre de 2005 en el ámbito del Broadmoor Hospital, un hospital psiquiátrico de alta seguridad en Crowthorne en el término municipal de Bracknell Forest, en Berkshire, Inglaterra. El hospital era conocido previamente como el Broadmoor Criminal Lunatic Asylum, el cambio de nombre refleja el cambio de actitud hacia la enfermedad mental, los delincuentes y la palabra “asilo”.

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