Si te aburres en invierno fabrícate tú mismo una de estas motos de nieve
¿Nunca te has preguntado que es lo que hace la gente de países como Suecia en invierno? La respuesta obvia sería que se pasan esos meses en casa, sentados, viendo la tele y bebiendo cerveza. La respuesta menos obvia es que se entretienen preparando artefactos para participar en el Orsa Speed Weekend, la versión helada de Bonneville, en la que cualquier cosa con un motor es puesta a prueba en la pista de tres kilómetros de largo a ver cual es la máxima velocidad que puede alcanzar.
Mira que un servidor ve cosas extrañas todos los días por la red, pero creo que el invento de los amigos de Svarthalet Racing (literalmente carreras del agujero negro) se lleva la palma. Porque empezaron en 2010 con un trineo propulsado con un pulsorreactor, pero como el hombre siempre quiere ir un poco más rápido (y el trineo no iba demasiado rápido) se decidieron a fabricar algo mucho más grande, una moto de nieve propulsada por un pulsorreactor a la que desde entonces han ido mejorando el diseño, mejorando su funcionamiento e incrementando la velocidad a la que se mueve el cacharro.
Pulsorreactor ¿Eso qué es?
Un pulsorreactor es un tipo de motor a reacción en que la combustión ocurre a pulsaciones. Además es uno de los sistemas más sencillos y más fáciles de construir. El invento data de los años veinte, que fue cuando el ingeniero alemán Paul Smicht definió por primera vez este tipo de motor. El mecanismo es muy sencillo.
Contamos con una tobera de admisión por la que entra aire a través de unas válvulas de mariposa en una cámara de combustión. En esa cámara el aire se mezcla con combustible y una chispa hace estallar esa mezcla. Como las válvulas de mariposa cierran el paso de la explosión los gases sólo pueden salir por el lado opuesto, con lo que se produce un cierto empuje. Una vez que el motor está en marcha ni siquiera hace falta que la chispa encienda la mezcla de aire y combustible, ya que se produce una reacción en cadena que mantiene el pulsorreactor en marcha mientras tenga combustible y aire fresco. Esta reacción en cadena oscila entre las 50 y 60 explosiones por segundo, de ahí su peculiar sonido en funcionamiento.
Este sistema es tan sencillo de fabricar que prácticamente cualquiera en casa puede hacerse uno. Además cuenta con el dudoso honor de ser el primer motor a reacción que se utilizó con fines militares, ya que durante la Segunda Guerra Mundial el ejército Alemán lo usó para propulsar las bombas volantes V-1 con las que bombardearon Londres durante meses.
La pega de este tipo de motores es que no dan mucho empuje ni se puede regular su velocidad, o funcionan al máximo o no funcionan, con lo que su aplicación aeronáutica está muy limitada. De hecho, las bombas volantes V-1 tenían que despegar con la ayuda de una rampa de lanzamiento que las empujaba hasta alcanzar la velocidad necesaria para volar hacia su macabro destino.
Svarthalet Racing, la génesis
En el vídeo podéis ver resumida la historia del desarrollo de la moto de nieve de los chicos de Svarthalet Racing. Cómo desde el diseño más básico van progresando hasta conseguir que el pulsorreactor se ponga en marcha y sea capaz de moverse por el hielo. También podemos ver que por muy suecos que sean son capaces de presentarse en las carreras con el invento sin probar y casi sin saber si funcionará, prácticamente igual que si fueran latinos, que la noche de antes seguimos trabajando en nuestros inventos para el día siguiente.
Ya en la pista el resultado es el que se esperaba, muchos problemas y pocos éxitos. Pero ellos no desistieron y siguieron perfeccionando el mecanismo. Lo que si consiguieron fue asustar a casi todos los asistentes al Orsa Speed Weekend de 2011, porque los pocos pulsos que daba el reactor eran atronadores. En el invierno de 2012 las cosas empezaron a funcionar mejor y el pulsorreactor arrancó para delicia de sus fabricantes y horror del vecindario. La participación en el Orsa Speed Weekend de 2012 se las prometían muy felices, pero un agujero en el reactor les dejó tirados a mitad del recorrido, con lo que no pudieron clasificarse. Tocaba volver a casa y seguir perfeccionado el invento.
En el verano de 2012 consiguieron sacarle al reactor un 50% más de potencia, hasta llegar a los 1700 Newton de empuje. Y también siguieron haciendo demostraciones para los paisanos de su ciudad. Si os fijáis en todas las demostraciones la reacción de la gente es la misma, taparse los oídos y darse la vuelta buscando una vía de escape de ese atronador sonido. Por suerte el verano en Suecia cae un jueves de junio y pronto llegó el siguiente Orsa Speed Weekend.
Orsa Speed Weekend 2013, preparados para darlo todo
En el Orsa Speed Weekend se trata de ir lo más rápido posible sobre hielo con cualquier cosa que tenga un motor, y para muestra podéis ver el vídeo resumen de lo que dio de si el evento. En él participan desde Limusinas, coches de Rally, buggies, tractores para la nieve, trineos con reactor incorporado o nuestros amigos con su pulsorreactor. Que en esta ocasión si que fue capaz de completar la carrera.
El resultado final fueron unos meritorios 155 km/h de velocidad máxima y una velocidad media de 151.9 km/h como se puede ver en el vídeo. Y todo esto a pesar de que la pista estaba bastante bacheada y no pudieron deslizarse sobre ella tan suavemente como esperaban. A partir de ahora viene lo interesante, porque van a empezar a refinar la aerodinámica del invento para conseguir mayores velocidades. Habrá que estar atentos a los progresos de esta gente.
Vía | Two wheels plus; Svarthalet racing (en sueco); Wikipedia Pulsejet
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