Experiencias extremas

‘Oldboy’, la venganza como objeto de belleza

Oldboy

Fue anunciarse y muchos de los que creemos que es una de las mejores adaptaciones que se han hecho de un cómic a la gran pantalla comenzar a cuestionar a la legua un proyecto que, sinceramente, no veíamos posible dentro de la cuestionable moralidad estadounidense. A fin de cuentas ‘Oldboy’ (‘Oldeuboi’, 2003), el mejor filme de Park Chan-Wook hasta la fecha, y todo una muestra de cómo rodar violencia intensa a 24 fotogramas por segundo, se escapaba por sus planteamientos de lo que el cine yanqui parece a priori ser capaz de asumir. Poco tranquilizaba asimismo el hecho de que fuera a venir dirigida por Spike Lee —un cineasta capaz de lo mejor y lo peor— y que éste admitiera desde muy temprano que la cinta iba a ser una adaptación mucho más fidedigna al manga original que la que Wook había llevado a cabo.

Y es que, comparando cómic y película, las diferencias son tan evidentes como lo es el hecho de que la historia del primero se alarga de forma innecesaria a través de más de 1600 páginas —con páginas y más páginas en las que no pasa absolutamente nada— o que la cinta que Wook hace suya mediante unos cambios asombrosos en la trama entronca a la perfección en la trilogía que el director dedicó a la venganza, encontrando el cineasta coreano en la historia de Oh Dae-Su y su cautiverio durante quince años, el punto de partida perfecto para un filme magistral con secuencias que, como la del enfrentamiento con los matones a lo largo del pasillo, quedan impresas en la memoria de forma indeleble

Con un final de esos que te deja con mal cuerpo durante un buen puñado de días y que en el cómic no se encontraba por ninguna parte, parece ser que al final esas intenciones de Lee de ser fiel a las páginas aviñetadas se ha quedado en eso, en intenciones, y el cineasta ha claudicado ante la evidencia de que lo narrado por Wook es muchísimo más atractivo que lo postulado por Garon Tsuchiya y Nobuaki Minegishi, planteando este innecesario remake una conclusión que mucho se acerca a lo que pudimos ver hace once años. Un filme que, repito, necesitaba una versión americana tanto como Stallone otra dosis de anabolizantes. Pero, en fin, así se escribe la historia del cine al otro lado del charco. Qué le vamos a hacer…

Por cierto, por si alguien ha cometido el capital pecado de no verla, aquí la tenéis completita. No hace falta que me lo agradezcáis.

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Comentarios

  1. Comentario by Mario - enero 24, 2014 02:40 pm

    Suele pasar que la película queda muy lejos del libro o en este caso el comic

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