Las aguas del norte de Australia son ideales para darse un baño, para surfear, broncearse… Sin embargo, no todo es idílico en estas aguas, pues albergan la criatura más mortífera de la Tierra.

La chironex fleckeri es una medusa, también conocida como la avipa de mar o medusa cofre, un bicho con 24 ojos (el resto de medusas son ciegas) que nada a impulsos de 1,5 metros por segundo, es decir, que resulta difícil escapar de ellas.

Y si os pillan, estáis listos. La picadura de esta medusa puede mataros en pocos minutos. Lo cual es lo mejor que os puede pasar, porque en caso de que no la palméis, entonces sentiréis uno de los dolores más intensos y profundos que el ser humano pueda describir, incluso más que tu última visita al dentista o el último parto sin cesárea. Lo explica así Bill Bryson en su libro sobre Australia En las antípodas:

El joven se arrastró fuera del agua, cubierto de rayas como latigazos donde los tentáculos de la medusa lo habían rozado, y sufrió un ataque de temblores. Poco después llegó la ambulancia, lo llenaron de morfina y se lo llevaron para atenderlo. Y esto es lo peor: incluso inconsciente y sedado no paraba de gritar.

Habita generalmente en aguas tropicales de Australia y otras áreas del océano Índico occidental y del Pacífico, aunque también se han avistado en aguas de Papúa Nueva Guinea, Filipinas y Vietnam. Si os bañáis en esas aguas, pues, andad con mil ojos, más que los ojos de esta mortífera medusa… a no ser que seáis como las tortugas de mar, que son inmunes a su toxina, lo que permite que puedan alimentarse de las medusas cofre sin sufrir daños.

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