Casanova: el escritor incestuoso (y no tan seductor)
A pesar de considerarse un donjuán, el escritor Giacomo Girolamo Casanova ( 1725 – 1798 ) no se caracterizó precisamente por seducir a mujeres de alta alcurnia, sino a prostitutas y, sobre todo, a su hija, con la que tuvo otro hijo.
Y es que el escritor, erudito y filósofo Casanova ha pasado a la historia por su arte a la hora de desplegar su galantería y sus dotes amatorias hacia mujeres refinadas, pero el veneciano tenía más éxito con las prostitutas, y no con las damas intelectualmente refinadas, como él solía presumir. De hecho, tuvo relaciones sexuales con prostitutas de muy baja estofa, perfectas desconocidas que encontraba por la calle.
También tuvo éxito con su hija Leonilda, a la que llegó a dejar embarazada. Casanova justificaba así esta relación incestuosa, tal y como leemos en el libro Lo Que Robinson Crusoe Le Conto A Lolita, de Ana Andreu Baquero:
Nunca he entendido cómo un padre puede amar tiernamente a su hija sin haberse acostado con ella al menos una vez.
De hecho, Casanova estuvo a punto de casarse con su hija, pero la madre de la joven se presentó en la iglesia, a tiempo para detener aquel enlace.
La biografía de este hijo de la Ilustrración, despilfarrador, timador, jugador empedernido, duelista, viajero, pero también cultísimo autor de libretos de ópera y de ensayos, fue inmortalizada cinematográficamente por Fellini en su célebre ‘Casanova’ (1976), con el actor Donald Sutherland del presuntamente seductor Casanova.
Aunque en sus Memorias únicamente menciona La Refutación a la «Historia del gobierno veneciano» de Amelot de Houssaie (1769), Casanova escribió cuarenta y tres obras entre novelas, libelos, poesías, epistolarios y memorias. En 1771, escribió una obra llamada Lana caprina, que cuenta las divagaciones de dos profesores universitarios sobre si la capacidad de razonamiento de las mujeres está afectada por el útero, y además tradujo la Ilíada de Homero.
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