Con esto del aniversario de ‘Expediente X’ hemos dejado pasar otro cumpleaños relevante aunque mucho menos masivo que el de Mulder y Scully: el de ‘Carnivale’. El primer episodio en HBO atrajo a más de 5 millones de espectadores, convirtiéndolo en el mejor estreno de la cadena hasta la fecha. Mucho ayudó, por cierto, que llevase delante a ‘Sexo en Nueva York’, un contraste de títulos que a su vez explica el tremendo bajón que sufrió en las semanas posteriores. Eso, y que es una serie difícil que ya desde su estreno tuvo una recepción fuertemente polarizada.

‘Carnivale’ es un drama fantástico ambientado en la Gran Depresión americana a principios de los años 30. Ben Hawkings es un joven sin rumbo que se topa con un circo ambulante de aire siniestro y se une a sus peculiares artistas. Ben tiene una cualidad que le hace único, al igual que el pastor Justin, un predicador que sufre de extrañas visiones. Ambas historias avanzan de forma paralela en un inicio, pero poco a poco se comprende el papel que juega cada uno de los personajes en el todo.

Lo sé, es complicado crearse una imagen clara de lo que se puede esperar de ‘Carnivale’ pero ese es precisamente uno de sus atractivos; lo complicada de definir que es. Es extraña, viciada, onírica e intensa. Te reta como espectador y te hipnotiza con su impecable fotografía, su atmósfera malsana y su elaborada narrativa visual. No es una serie para todos los públicos, no por su historia sino por la forma de contarla. En otros lares podréis encontrarla junto a sinónimos variados de aburrido, y es cierto que su ritmo es calmado y exigente, pero si uno consigue entregarse a su deslumbrante factura técnica, lo demás es como ir cuesta abajo; los enigmas se van desvelando poco a poco, detalle a detalle, en un enmarañado de tramas aparentemente inconexas.

‘Carnivale’ cuenta con dos temporadas y 24 episodios en total. Por desgracia, no es una de esas series canceladas que tienen un final satisfactorio; al término de su segunda entrega, un capítulo de la historia queda cerrado, pero muchos hilos permanecen sueltos. Costando sus episodios casi 4 millones de dólares y con las audiencias de capa caída, se dice que HBO ofreció a sus creadores el continuar con la serie si reducían ese número a la mitad. Pero, tras algunos rumores de continuar en forma de novela gráfica, ese fue el fin definitivo de ‘Carnivale’.

Podría seguir dando motivos por los que merece asomarse a este gran drama (como su reparto) pero me limitaré a despedirme con lo puesto y esperar que su sugerente cabecera consiga alcanzar a donde no hayan llegado mis palabras.

En 1001 Experiencia | El arte de la cabecera (I): ¡Bang!
En 1001 Experiencia | La ambigüedad moral de ‘Homeland’