Llévame la contraria, por favor
La vida es aburrida, mucho. Corresponde a cada uno hacerla entretenida, desde sus propias aficiones hasta a la pareja con quien se acaba compartiendo las situaciones más importantes. Los momentos de sofá son más divertidos cuando hay cierta réplica, cuando existe un carácter fuerte y marcado en la mujer de enfrente. Para vivir de forma calmada ya tenemos el criquet.
Claire Underwood (interpretada por Robin Wright) de ‘House of Cards‘ resume a la perfección a ese tipo de mujer independiente, fuerte y con un carácter que a muchos nos gusta. Ella no está a la sombra de nadie, la verdadera pareja no es eso. Hábil, astuta y con unos objetivos bien claros. Su ambición es extrema. Las princesitas sufrirían al meterse en un papel así.
A un comportamiento de este estilo a veces se le acaba llamando masculino como si al final lo ideal sería estar centrada en mirar constantemente el nuevo zapato de salón y el vestido de Zara. Dos extremos de personalidades y mundos que desde la cultura, con sus estereotipos reflejados en personajes, cada vez se van incentivando y separando más con canales existentes para princesitas de vestidos y cupcakes rosas.
Por suerte la imagen de la Claire Underwood de turno crece a pasos agigantados, en traje o en vestido de tutú, le es indiferente.
En este caso, la imagen de Robin Wright tiene una continuación excelente en su hija, Dylan Penn (Sean Penn es su padre). Ahora queda que esté a la altura de los padres y no de las magdalenas decoradas.
Fotos | House of Cards, GQ
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