¿Eres de los que piensa que la tecnología está avanzando más rápido de lo que podemos soportar y simplemente nos dejamos arrastrar? Eso es lo que pensó una familia canadiense tras preguntar a su pequeño este verano si quería salir a jugar a la calle con otros niños y la respuesta fue NO, mientras seguía jugando en un tablet.

La dependencia que tenemos de la tecnología es un aspecto a tener en cuenta. Tenemos que saber separar nuestra vida laboral de la vida personal y ahora también nuestra dependencia tecnológica. El mundo ha avanzado mucho en los últimos 10 – 15 años. Nos dejamos arrastrar por esta tendencia y ritmo de avance tecnológico, dejando de lado en gran mayoría de ocasiones placeres tradicionales de la vida. ¿Y tú? ¿estás enganchado a la tecnología, redes sociales, gadgets?.

Es curioso ver cómo el caso de la familia McMillan ha dado la vuelta al mundo, saliendo en telediarios en el día de ayer. La madre pensó en su infacia y cómo está siendo la de sus niños que ni siquiera querían salir a la calle a jugar, “tenían más que suficiente” con la nueva caja tonta, los tablets y smartphones.

En este caso han decidido llevar a cabo un experimento sociológico con el que pretenden enriquecer la infacia de sus pequeños. Vuelven a los años 80, dentro de casa, hasta abril de 2014.

Es decir, han retirado toda tecnología que no existiera más allá de los años 80, en particular el año 1986, e incluso han adaptado su look al de por aquél entonces. No podrán utilizar siquiera un GPS, vuelta a los mapas:

¿Qué os parece la idea? Yo personalmente estoy atado de múltiples maneras a Internet a nivel laboral, sin embargo, a nivel personal, admito que aplicaciones cono WhatsApp han facilitado la comunicación para con mi gente (y también abaratado la factura de teléfono) pero fuera de ahí podría vivir sin redes sociales ni cosas parecidas.

Tanto es así que no tengo ni he tenido perfil de Facebook, sí, en serio, y mírame: sano, salvo y cabal. La tecnología está ahí y puede facilitarnos la vida en muchas ocasiones pero tenemos que elegir cómo queremos vivir: con tecnología para mejorar nuestra vida o bien ser esclavos de la tecnología. Seguro que conocéis al típico amigo que está posteando diariamente múltiples entradas en Twitter y Facebook y mirando el móvil cada 30 segundos (y luego se queja de lo poco que dura la batería).

Según mi punto de vista, más vale que elijas la primera opción ya que si no, entrarás en una espiral de la que es difícil salir, y no nos damos cuenta, pero es una adicción del estilo del tabaco o el alcohol. Parafraseando a la frase que puso Stan Lee en boca del tío Ben en Spiderman: “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad” y eso es lo que pasa con la tecnología.

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