Ver nacer una estrella ante tus ojos, Ryan Gosling en ‘Drive’
Es igual pero no es lo mismo. Es decir, imaginaos estar en primera fila del Palau d’Esports de Barcelona el 21 de abril de 1981 y ser parte del (apoteósico) primer concierto en España de Bruce Springsteen y la E Street Band. O, como deseaba Rob –el sosías de Nick Hornby en Alta Fidelidad– ser redactor en plantilla del NME entre 1976 y 1979. Más: ver como, el 18 de mayo de 1968, Jean-Luc Godard y François Truffaut se colgaban sobre la pantalla de la sala grande de Cannes para impedir la proyección y conseguir que el Festival se unieran a los estudiantes y obreros levantados en el Mayo francés. Da igual que después uno vea a Springsteen cada año; que la explosión del punk UK fuera relevada por la gaseosa del britpop; o que en La Croisette brille el sol cada primavera: En esos tres primeros escenarios se escenificó la Historia, así, en mayúsculas, un momento irrepetible, único. Y eso está pasando ahora mismo con el chico de la foto, Ryan Gosling.
Ok. Puede que el que firma esté bajo los efectos del hype, de un caso de man crush o de la ceguera temporal por el brillo de su último vehículo recién estrenado en España –Drive, una película de obligado visionado que provoca acalorados debates y adhesiones inquebrantables pero que no se olvida ni a los cinco minutos de salir del cine o, y ahí está el mérito, días después–. Aquí os dejo un pequeño clip de la cinta, un anticipo en el que sobresale otra grande, Carey Mulligan.
Y es verdad, Michael Fassbender ha hecho tanto como Gosling o incluso más… Hasta comparte pantalla con Mulligan en Shame, ya hablaremos sobre ella. Así que es de justicia que se le incluya en la misma categoría que reservo a Gosling: actores-que-se-ve-a-venir-que-serán-estrellas. Y es que aquí está el quid de la cuestión: ¿Recordáis cuando Bobby De Niro pasó a ser Robert De Niro? Puede que eso nos pille lejos… ¿O cuando Brad Pitt dejó de ser el chaval de los tejanos ajustados de Thelma y Louise? Para muchos aún lo sigue siendo, ¿no? ¿O cuándo demonios Johhny Depp dejó de ocupar las carpetas de las chicas del instituto para convertirse en el actor más querido por los grandes estudios? Esta metamorfosis está a punto de darse, una vez más. Frente a nuestros ojos, Ryan Gosling está a punto de convertirse en uno más de esa lista… Un tipo al que Peter Jackson, hace solo dos años y medio, despidió justo antes de empezar a rodar Desde mi cielo, otro capricho del destino, como éstos, que también puede haber jugado a su favor.
En El Halcón Maltés le preguntaban a Humphrey Bogart de qué material estaba hecha la estatuilla. Esa misma pregunta se la hacen decenas de directivos en Hollywood, a su manera: ¿Qué convierte a alguien en una estrella? Hay gente con ángel. Y hay actores que tienen algo. Como Gosling. O se tiene o no se tiene. En el último Cannes Gosling sedujo a todo el mundo. Crítica especializada, periodistas groupies, relaciones públicas y, claro está, al respetable. Que la cinta con la que iba a concurso gustara ayudó. También fue de ayuda que el director danés que se pusiera en camisa de once varas en rueda de prensa fuera Lars von Trier y no el suyo, Nicolas Winding Refn (por cierto, un dato para cinéfilos: su padre, el realizador Anders Refn, es el montador de los últimos fims del director de Melancolía. Bien, dos datos: Winding Refn y von Trier no se llevan bien. Se detestan). Todo periodista que se acercara a Gosling se alejaba de él convertido en fan. Y gente mayor, de ambos sexos, curtidita, vaya. Así es el carisma de este tipo. Talla XXXL. Gosling, salió del festival convertido en The Next Big Thing. Como Fassbender de San Sebastián, vaya. Pero Cannes es Cannes.
Sé que a estas alturas todos sabéis ya (¿No? Aquí tenéis el link a imdb) que Gosling es canadiense; que tiene 31 años, que despuntó en la provocadora El creyente y fue nominado al Oscar al Mejor Actor hace ya cinco años por Half Nelson; que estuvo liado con Sandra Bullock, salió con Rachel McAdams –con la que protagonizó uno de los últimos éxitos de video-club, El diario de Noa- pero ahora es el novio de Eva Mendes, .. Y desde ahora sabéis que compartió programa, The Mickey Mouse Club, con Justin Timberlake, Britney Spears y Christina Aguilera.
Que es el tipo que luce abdominales y se liga a Emma Stone en Crazy, Stupid, Love y tiene un arsenal de cintas inéditas en España (Blue Valantine, All Good Things…). También es de los que interrumpe peleas y pone paz aunque no le venga a cuento.
Y es de esos que aprenden a tocar todos los instrumentos que sean necesarios cuando te das cuenta que el musical que has ideado junto a tu ex-cuñado (en este caso, Zach Shields, que salía con la hermana de Rachel McAdams) es demasiado caro para ser llevado al escenario pero es material más que suficiente para dotar de repertorio a un grupo. Así nació Dead Man’s Bones o la banda sonora que escucharía un zombie de los años 50. Con su primer disco se pasaron un año de gira por Estados Unidos y Canadá. Con el segundo, tal como contó en Cannes, Gosling planea un tour europeo. Será cosa de empezar a preparar las maletas y asistir, desde primera fila, a un nuevo Big Bang.
En 1001 Experiencias | Un encuentro de (Súper) altura
En 1001 Experiencias | Una oferta que no podrá rechazar
COMENTARIOS
8