Steve Jobs se ha convertido en un icono de la tecnología. Sus jerséis de cuello vuelto, los vaqueros, las deportivas, sus gafas de cristal redondo… Todo es parte de la cultura pop ya, su legado siempre estará vivo y es que la huella del padre del iPhone y iPad entre otros ha sido muy profunda. Señores, si estamos tirándole los trastos a una zagala por WhatsApp ahora mismo es gracias a él.

Siempre que surge una estrella, no tardan en aparecer las comparaciones. Sucedió con los Beatles, Michael Jordan, Maradona. Steve Jobs no es una excepción y uno de sus sucesores viene de China pisando fuerte en el mercado de los teléfonos móviles. Os presentamos a Lei Jun.

El legado de Steve Jobs vive en Shenzhen

Lei Jun viste vaqueros cuando sube al escenario a presentar su nuevo teléfono móvil. Una presentación que para algunos es todo un rito. Algunos lo llaman presentación Zen, estudiosos de cada movimiento de Steve Jobs en el escenario, como el más sesudo y completo análisis de un videoclip de Chris Cunningham o Romain Gavras.

Este asiático domina a la perfección la técnica. No lleva cuello vuelto pero verle en acción delante de un escenario es ver al primo asiático de Steve. Lei Jun no vende iPhones, vende smartphones pero con el sello de Made in China: Xiaomi. Una de las marcas más codiciadas en el gigante asiático.

Sale al escenario, muestra a la competencia y a continuación, señores, el último smartphone de Xiaomi sale al escenario. Los blogs de tecnología empiezan a echar humo para cubrir el lanzamiento. No venden fuera de China, sólo hacen presentaciones para los medios locales pero aun así arrasa.

Xiaomi vende como churros. En sólo media hora, logró vender 200.000 unidades de su teléfono. Muchas veces se habla de los fans de Apple y su devoción por la marca, pero estos asiáticos no se quedan atrás. Cada modelo que sacan a la venta es un superventas.

¿Cuál es el secreto de Lei Jun y Xiaomi? Hacer un teléfono codiciado por todos a un precio accesible. Cada vez que miramos una etiqueta de “Made in China” desconfiamos y empezamos a tocar ese producto con un palo. Es cutre, una copia barata. Pues no, Xiaomi rompe con esa etiqueta. Es chino, sí, pero su calidad está a la altura de los mejores.

El teléfono que lo peta en China. El Xiaomi M2.

Los móviles de Xiaomi no parecen salidos de una tienda de veinte duros. Están cuidados al mínimo detalle: sus materiales son de alta calidad, sus componentes son punteros y funcionan. No hacen cosas raras, no violan múltiples derechos de autor de otras compañías, Lei Jun ha roto con el estereotipo.

A día de hoy, Lei Jun es una de las figuras más boyantes en las listas de revistas como Forbes. La compañía china viene pisando fuerte con unos valores diferentes a otras empresas locales. No quieren ser unos más, ofrecen algo nuevo y de calidad. Apple, Samsung, Sony, preparaos, Xiaomi viene a por vosotros.

Quizá Lei Jun no alcance ese pedestal reservado a los grandes como Steve Jobs, pero la influencia es indiscutible. Llevan años avisándonos de que los asiáticos vienen pisando fuerte y en el mundo de la tecnología quieren que les tengamos en cuenta.

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