En la actualidad no hay ningún otro piloto vivo con más victorias que John McGuinnes en el TT de la Isla de Man. Este inglés piloto profesional de carreras nació en Morecambe el 16 de abril de 1972 y desde pequeño vio de primera mano el mundo de las motos a través del taller mecánico que tenía su padre. Aunque este insistió en que John aprendiese un oficio “normal” como el de albañil. John incluso llegó a trabajar de mariscador, pero su objetivo eran las carreras de motos y no paró hasta conseguirlo.

Claro que las carreras en las que aspiraba a correr John McGuinnes no eran las carreras que vemos en televisión, John apuntaba a otro tipo de carreras con mucha implantación en el mundo anglosajón, las Road Races. Quizá la carrera de este tipo que más suene sea el TT de la Isla de Man, una carrera que se lleva disputando desde 1907 (sólo interrumpida por las guerras mundiales), pero existe todo un completo calendario de pruebas disputadas en circuitos más o menos parecidos.

Road Races, carreras especiales para pilotos especiales

Las Road Races se disputan en circuitos no permanentes, que la mayoría de las veces no son más que una serie de carreteras secundarias convenientemente cortadas al tráfico. En ellas estos pilotos disputan carreras tan emocionantes o más que las que podemos ver en otros campeonatos de mayor difusión. La pega es que al tratarse de carreteras, en estas sigue habiendo farolas, muros, bordillos y obstáculos que simplemente se protegen con unas balas de paja o similares. En estas condiciones una caída suele ser muy grave sino mortal. Pero estos pilotos se centran en correr sin pensar en esas caídas o al menos eso es lo que parece.

Volviendo al TT de la Isla de Man, esta carrera se disputa por las carreteras de la Isla de Man, situada en el mar de Irlanda a mitad de camino de Gran Bretaña y la propia Irlanda. Esta comenzó a disputarse en 1907 debido a que el gobierno británico del momento prohibió las carreras en todo el país por su peligrosidad. Los pilotos de la época, que querían seguir corriendo sobre sus motos, se desplazaron a la Isla de Man y organizaron allí sus carreras.

El truco estaba en que la Isla de Man es un país soberano, al estilo de Andorra o Mónaco, y en él no tenía vigencia la prohibición de las carreras en suelo británico. El circuito, como ya hemos dicho era, y sigue siendo, una carretera que el resto del año es utilizada por los habitantes de la isla para desplazarse por ella. En las primeras carreras se utilizó un circuito de algo más de 15 millas (sobre los 24 km) pero con el paso del tiempo este circuito fue cambiando hasta llegar al actual denominado Mountain Course que mide 37,73 millas (60,72 km) y cuenta con unas 200 curvas que el piloto debe memorizar para poder ir rápido en todo el trazado.

El primer vencedor del TT de la Isla de Man fue Charlie Collier pilotando una motocicleta Matchless e invirtió 4 horas, 8 minutos y 8 segundos a una velocidad media de 38.21 millas por hora (61.49 km/h). En 2009 John McGuinnes fue capaz de rodar a una media de 131,578 millas por hora (211,75 km/h), convirtiéndose en el piloto más rápido en toda la historia de la carrera.

Pero John McGuinnes no es flor de un día, ya que lleva corriendo en estas alocadas carreras desde que tenía 18 años, cuando se estrenó en la carrera de Aintree en 1990. Quizá su mayor ventaja haya sido vivir cerca del Ferry que lleva a la Isla, lo que le permitía irse a ver las carreras incluso en su bicicleta cuando era un niño. Cuenta el propio John que en 1986 le dijo a Joey Dunlop (el piloto que más TT ha ganado en toda la historia) que un día estaría en el podio con él.

Su primera participación en el TT de la Isla de Man data de 1996, carrera que acabó en 15º puesto final. Sólo un año más tarde ya estaba tercero en el podio junto a su ídolo. Y diez años más tarde John firmó su mejor participación, cuando en 2.006 ganó tres carreras, Senior, Superbike y Supersport. Desde ese momento John prácticamente todos los años ha ganado alguna carrera, agrandando su leyenda en la Isla y rodando cada vez un poco más rápido hasta rebasar con creces la barrera de las 130 millas por hora.

Según cuentan los que han corrido alguna vez en la Isla de Man, el circuito es endiabladamente rápido y complicado. Siendo prácticamente imposible aprenderse todo el trazado si no ruedas en él muchas veces y muchos años seguidos. Entre 1949 y 1977 el Gran Premio de Inglaterra del Mundial de Motociclismo era el TT de la Isla de Man. Pero el interminable reguero de muertes que dejaba la prueba a lo largo de los años acabó por sacarlo del calendario. Pilotos de la talla de Ángel Nieto nunca llegó a ganar allí, y aún hoy cuando se le pregunta por el Mountain Course dice que eso no es un circuito sino una trampa.

A estas alturas te estarás preguntando qué tiene de excepcional este piloto para destacar sobre los demás. Quizá lo más excepcional de John McGuinnes sea que si te lo cruzas por la calle ni te vuelvas a mirarlo, porque se trata de un tipo de lo más normal. De hecho aparentemente ni siquiera está en forma, más bien está “gordito” y ya está en la cuarentena. El tipo es tan de estar por casa que incluso bromea sobre si mismo diciendo que es divertido ser viejo, gordo y rápido. Y la impresión que da desde fuera es que se trata de una persona asequible, que se divierte en su trabajo de piloto de motos de carreras y vive muy alejado de los focos de la fama que otros pilotos cultivan como su mayor virtud.

Hay quién dice que los pilotos de las Road Races están hechos de una pasta muy especial y muy parecida a la de los grandes pilotos de leyenda. Quizá ver la muerte de otros pilotos tan cerca les haga ser de esa pasta tan especial y entender la vida de manera diferente a los demás. Pero como dicen por ahí, ya me gustaría a mi estar en la misma forma física de John McGuinnes, tener su edad y ser la mitad de rápido que es él sobre una moto.

Fotos vía | Wikimedia Commons 1, 2, 3 y 4
Más información | John McGuinnes (Wikipedia en inglés); IOMTT (En inglés)
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