Barry Sheene, el piloto más carismático de todos los tiempos
Cuando me preguntaron en 1001 experiencias quién era mi piloto favorito de motos tardé bastante en contestar. Siempre es difícil elegir entre uno de tus ídolos, sobre todo cuando todos ellos lo son por diferentes motivos. Y además la razón por la que se han llegado a convertir en tus pilotos favoritos no tiene que coincidir con sus éxitos deportivos, como es el caso de mi elegido. Todos tenemos especial predilección por pilotos o deportistas concretos, que nos enamoran por algo más que sus victorias. Cada piloto tiene una personalidad que la expresa incluso en su forma de conducción y esta puede atraer o rechazar en el mismo grado al público.
José Angel Albarrán “Albi” Licenciado en Derecho por la Universidad de Salamanca y enfermo de las motos, como él se califica. Ha practicado todas las modalidades posibles de este deporte. Actualmente es editor de Motorpasión Moto y buena parte de su tiempo libre lo reparte escribiendo sobre motos y montando en ellas. Puedes seguirle a través de twitter @yoalbi
Así, después de mucho meditar creo que el británico Barry Sheene es uno de mis pilotos favoritos y no solo por lo que representó dentro de la pista, sino porque fue uno de los primeros pilotos que movía a miles de aficionados por todos los circuitos del mundo siguiéndole con auténtica pasión, y para los que siempre tenía un detalle en forma de saludo, autógrafo o incluso una pequeña charla. Con un carácter muy abierto y especial que le llevó durante toda su carrera a llevar la caricatura del Pato Donald en su casco y el número siete en su moto, era habitual verlo fumando incluso en la misma parrilla de salida cuando ya tenía puesto el casco antes de la carrera.
Barry Sheene, la revolución en parrilla
Barry Sheene fue quien terminó con el reinado del ocho veces Campeón italiano Giacomo Agostini, además Sheene es el último piloto británico en ser Campeón del Mundo de 500CC. Se convirtió en todo un héroe de la motocicleta y una celebridad adorada por sus fans por su actitud descarada y alejada de cualquier protocolo. Sus impresionantes ojos azules, su sonrisa eterna y una habilidad natural para gustar a la cámara supusieron una revolución en la parrilla. De hecho el actual saludo de los moteros mostrando los dedos en “V” se dice que nació con Sheene que saludaba así a las cámaras que le enfocaban después de cada victoria.
Pese a su imagen de rebelde que demostraba con su actitud descarada más típica de un hombre duro, contó con gran éxito entre las mujeres, que le hacían corrillo en todas sus carreras, hasta que conoció a su mujer la Top Model Stephanie McLean, que como ella misma dice se encargó de domesticarlo. Lo más curioso es que nadie tenía una mala palabra que decir sobre este tipo encantador que además tenía un gran sentido del humor, ni siquiera sus grandes enemigos en pista como Kenny Roberts. Barry Sheene era inteligente, extrovertido y muy divertido, además de ser uno de los primeros pilotos en hacer un buen negocio de su carrera como piloto.
También hay que tener en cuenta que los pilotos de la época eran personajes extremos, muy escandalosos y a los que acompañaba siempre mucha diversión, Cecotto, Lucchinelli , Barry Sheene eran algunos ejemplos. Actualmente en el Campeonato del Mundo todo es demasiado políticamente correcto. Sheene fue una inspiración para muchos. Su estilo de vida ayudaron a hacer de él un héroe, pero él nunca se olvidó de sus amigos, familia, o de cualquier que pudiera necesitar su ayuda. Un ejemplo de su gran corazón se pudo ver durante unos entrenamientos en Suecia donde otro piloto cayó delante de él y Sheene se detuvo para ir corriendo a ayudar. Mientras los comisarios se quedaron sin saber que hacer Barry Sheene le quitó el casco al piloto y le despejó las vías respiratorias ayudándole a continuar con vida.
Los accidentes no pudieron con él
Así cuando su último accidente le puso las cosas muy difíciles y en Silverstone en 1982 se estrelló contra los restos de otra moto haciendo revivir la angustia de otro grave accidente de 1975 en Daytona a unos 270 kilómetros por hora. Tras pasar por el quirófano para reconstruir sus piernas al completo con una estructura de placas y tornillos siguió corriendo otros dos años más para después retirarse a Australia con su esposa Stephanie y sus dos hijos donde enseguida se ganó un hueco como comentarista deportivo.
Lamentablemente Barry Sheene falleció el 10 de Marzo de 2003 a los 52 años de cáncer de estómago. “Uves” hacia el cielo Barry.
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