La próxima semana culmina la trilogía iniciada con la simpática ‘Resacón en Las Vegas’ (‘The Hangover’, Todd Phillips, 2009), perfecto ejemplo de cómo hacer una comedia en una época en la que el género parece muerto. La comedia elíptica que echa manos de clichés, rejuveneciéndolos con cierto aroma clásico, y manejando con brío el exceso, supuso un soplo de aire fresco en un panorama cada vez más abocado al consumo inmediato y el olvido meteórico. Pero la inolvidable noche de juerga corrida por los cuatro amigos en la despedida de soltero de uno de ellos hizo reír a medio planeta.

La segunda parte fue otro cantar, casi una demostración de que antes había sonado simplemente la flauta, para el desespero de alguno de nosotros. Chistes zafios, absurdos y sin la rabia del film anterior, además de que el efecto sorpresa había desaparecido por completo. No importa, la tercera entrega podría hacernos olvidar el resbalón, y de nuevo en la ciudad del juego por excelencia. Antes de que podamos comprobarlo vamos con una de esas listas que tanto os/nos gustan: juergas conocidas en el séptimo arte, algunas de las más desternillantes.

‘El guateque’

Un actor que siempre está metiendo la pata en los rodajes es invitado por error a una fiesta. El mítico Peter Sellers da vida a ese despistado actor, y que casi siempre suele ser un extra, a las órdenes de su viejo amigo Blake Edwards, uno de los maestros de la comedia estadounidense. Con un crescendo cómico, que repasa el cine mudo —el gag del papel higiénico es una oda de lo más inteligente— e incluso coquetea con Frank Capra, la fiesta del título original es el no va más de las juergas caseras. Detalle a tener en cuenta: el del camarero que poco a poco va emborrachándose.

‘Desmadre a la americana’

El primer gran éxito del en otros tiempos muy interesante, e incluso brillante, John Landis. Una historia ambientada en 1962 en un colegio universitario y las fraternidades haciendo de las suyas. La juerga en estado puro en la que es la madre de todas las películas sobre juergas universitarias, con varios momentos epicos a recordar. Protagonizada por un jovencísimo Tom Hulce, quien está inolvidable en el film es el desternillante John Belushi, quien se pasó literalmente borracho prácticamente todo el rodaje con resultados excepcionales.

‘Jo, ¡qué noche!’

‘After Hours’, título más que significativo, fue traducido aquí como ‘Jo, ¡qué noche!’, uno de esos estúpidos títulos tan de moda en los ochenta. La odisea que el personaje interpretado por Griffin Dunne vive en toda una noche es de las que no se buscan, pero una vez metido en ella hay que hacer lo que sea. ¿Quién no se ha ido una noche entera de juerga, sin saber muy bien cómo iba a a cabar la cosa? Cuando se habla de las películas de Martin Scorsese casi nadie suele citar la presente, y se trata de un ejercicio de estilo brillante en el que su director se lo debió pasar en grande.

‘Project X’

Del productor Todd Phillips, director de la trilogía del resacón, y heredera directa del film de John Landis, un despiporre de fiesta universitaria en la que los límites están muy lejos. Un logrado crescendo en la delirante sucesión de desfases acontecidos en una tranquila casa de un tranquilo vecindario y que logra trascender la fiesta en sí. Está inspirada en hechos reales e inspiró otros posteriores. Todos querríamos una fiesta de semejantes proporciones, pero en mi caso en concreto yo la haría en la casa de otro. El sumum del mockumentary.

Su turno, damas y caballeros.

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